Hace ya algún tiempo el rodillo facial se ha convertido en la estrella de Instagram y hemos visto cómo se ha incorporado en la rutina de belleza de millones de mujeres alrededor del mundo, ya que esta simple herramienta de piedra promete suavizar, reafirmar y dejar tu piel más iluminada en cosa de minutos.

Hoy encontramos rodillos de diferentes piedras que tienen distintos propósitos. Jade, cuarzo rosa y amatista son los más comunes que podemos encontrar en el mercado. El jade es una piedra de color verde que calma y estimula la energía. El cuarzo rosa es de color rosado pálido y es la piedra del amor incondicional y del amor propio. Por último, la amatista con su color violeta tiene el poder de transformar las energías negativas en positivas.

De acuerdo a lo que busques y a las propiedades de cada piedra puedes elegir tu rodillo, sin embargo, según los expertos el resultado en nuestro rostro es el mismo.

Los rodillos faciales son bastantes versátiles y se pueden usar de diferentes maneras y en distintas rutinas de belleza. Por ejemplo, al ponernos una mascarilla de papel sobre el rostro podemos masajear con el rodillo y así ayudamos a que los ingredientes penetran más profundamente en nuestra piel. Otra alternativa es usarlo en la mañana o en la noche como paso final de nuestra rutina de belleza. Una vez aplicados todos nuestros productos, pasamos el rodillo por nuestra cara y esto ayudará a aumentar la absorción de los productos.

Estos masajes ayudan a drenar y contornear la cara, también sirven para activar la circulación y ayudan a calmar la inflamación y el enrojecimiento, otorgando a nuestra piel una mayor luminosidad y mejor aspecto.

¿Cómo masajear nuestra cara?

Lo primero es tratar de mantener el rodillo facial en el refrigerador para que éste se mantenga frío. Si bien la mayoría de las piedras permanecen frías de forma natural, el uso de una herramienta helada cierra los poros y despierta el rostro cansado al final de un largo día (o temprano en la mañana).

1. Primero empieza por un lado de la cara. Con el rodillo sobre la pera, a la altura del mentón, comienza a girarlo horizontalmente hasta la línea del cabello. La presión debe ser ligera y cómoda en la piel.

2. Luego, gira el rodillo desde la esquina de la nariz hacia las orejas.

3. Usa el extremo pequeño del rodillo y ponlo en la esquina interna del ojo y ruédalo hacia las sienes, pasando sobre los párpados cerrados.

4. Con el rodillo en el entrecejo, ruédalo sobre las cejas y termina en las sienes.

5. Luego pon el rodillo sobre las cejas y ruédalo hacia arriba, verticalmente, hasta la línea del cabello, pasando por toda la frente.

6. Termina girando el rodillo desde la mitad de la frente, horizontalmente, hacia las sienes.

Cada paso se debe repetir 3 veces y una vez terminado los seis pasos se repite en el otro lado de la cara.

En el mercado puedes encontrar un montón de rodillos y de todos los precios. Solo debes asegurarte que efectivamente sean de piedra ya que hay algunos muy económicos que son de plástico y no te entregarán todos los beneficios de uno de piedra.